You are one of God's mistakes, you crying, tragic waste of skin to try and save your swollen face.

Y puedo recorrer cada calle estrecha que tengo cerca sin casi extender la punta de mis dedos.
El acordeonista cambia un metro su posición cada hora, como queriendo llenarlo todo con su sonido desafinado mientras todos pasan y nadie le escucha, yo apago el emepetres, miro al suelo y le sonrío.
Es idiota pero le sonrío a todos los niños que veo, y a los perros, que son muchos, mientras los padres, o lo dueños, me miran con odio agarrando fuerte sus posesiones de dos y cuatro patas.
Ellos en cambio se rien, o se tapan la cara.
Se va el sol, y abro el balcón.
Saco mi maniquí de madera y hago acrobacias con el, sólos los dos por un rato. No se queja, ni murmura cosas extrañas, solo deja que le pase el lapicero por el contorno, como si fueran caricias de fin de semana.
Los cereales son el mejor antídoto contra el dolor de tripas, y más si los aderezas con espidifen 600 cada cuatro a seís horas.
Creo que hoy moriré desangrada, pero siempre podré decir que los apóstoles de la catedral me miran y se rien, con sus patas de piedra y sus brazos sucios.
Moriré desangrada pero siempre podré decir que siete horas no son nada y que todo está bien si puedo levantarme a tu lado después de una pesadilla y encontrarme con tus manos, como un maniquí de madera.
Current mood: i want to broke my body in two pieces
#listen to: the married monk -- the belgian kick